2 de junio de 2011
Ahora sí ya estamos en pleno proceso de montaje.
Para mí ha sido todo un aprendizaje porque como artista estoy acostumbrada a dejar mi obra en el museo que se encarga de todo. Como curadora, las exposiciones que he organizado independientemente han sido menos complejas y en las que he trabajado con museos sólo han requerido que seleccione y consiga la obra. Aquí me he tenido que involucrar en todo el proceso. Afortunadamente esto ha sido un trabajo en equipo y tanto Pilar García Germenos como Eloísa Hernández han estado al pié del cañón. Empiezo a entender la curaduría como algo más cercano a la dirección y producción teatral o cinematográfica que a la investigación. Aún no sé si ha cambiado el papel del curador en el museo en general, si es algo específico de las exposiciones de archivo o simplemente el estilo del MUAC, pero ha sido intenso e interesante.
Un aspecto que ha resultado todo un reto es la museografía. Se van a utilizar los muebles que diseñó Giacomo Castagnola para la exposición anterior que fue sobre el archivo de inSite. Son una maravilla. Están pensados específicamente para exponer archivos, por lo que incluyen unas mesas muy flexibles que pueden colocarse horizontales o inclinadas, cajoneras, unas como carpetas con hojas de acrílico rígido, módulos para imagen en movimiento, estantería para carpetas u otros materiales de consulta y áreas en las que se pueden poner textos o imágenes ampliadas. La iluminación proviene de lámparas de escritorio, lo que le da intimidad. Cualquier cosa luce espléndida montada en esos muebles.
El único problema en este caso es que la museografía tiene que pensarse en función de lo existente, lo cual a veces implica ajustar la cantidad y tamaño de documentos al mobiliario. Esto resulta particularmente difícil en una muestra que, como ésta, está hecha para leerse casi como texto. Por otro lado Giacomo tuvo que rediseñar la posición de los muebles para esta exposición y como vive en el norte del país, hasta ahora la comunicación ha sido por correo electrónico. Los diseños que había enviado están sensacionales, pero yo no acabo de entender las cosas hasta que las veo en vivo y a todo color.
Otro problema ha sido que el espacio en el que se está montando la expo tiene unos grandes ventanales y el sol entra directo en algunos lugares por lo que ahí no se pueden colocar materiales originales o se tienen que recubrir. A lo largo de todo este proceso ha habido un diálogo constante con Claudio Hernández, quien trabaja la restauración y conservación en el museo. De hecho él y su equipo han estado encargados de montar los documentos. Algunos primero los tuvieron que planchar y darles su manita de gato.
Lo que también he notado que ha sido un trabajal es lo eléctrico, especialmente porque sólo hay un contacto en el espacio, por lo que todo el mobiliario tiene que ir conectado a esta misma línea. Además de las lámparas hay 5 entrevistas de sonido, 10 videos en equipo de distintos tamaños y dos computadoras. Es una chamba compleja que no se aprecia y sólo se nota cuando no funciona. Mis respetos. Ahora ya nada más falta que entre otra parte del equipo museográfico a poner cédulas, sujetar las publicaciones de consulta, etc.
Un aspecto del trabajo para esta expo que he disfrutado muchísimo es editar las entrevistas que le hizo Olivier a Lola Álvarez Bravo. Sherel Hernández (quien hizo su servicio en el MUAC y se encargó de digitalizar todo el material hemerográfico de y sobre Olivier en su archivo y el de Pinto mi Raya para esta expo) me hizo favor de ayudarme a bajar y enseñarme a manejar un programa de edición sonora. Después fueron horas y horas de oír las grabaciones, decidir que dejar en menos de 3 minutos, que es lo que me dicen llega a escuchar la gente. Ya casi me las sé de memoria. Estas entrevistas son una joya. En la expo habrá sólo una probadita. Creo que lo que más me conmueve es la forma en la que la artista vieja le fue transmitiendo su conocimiento al joven crítico y el cariño entre ambos.
También he estado ocupada en la edición de Una cena más, el performance/cena/conferencia que grabamos con las personas cercanas a Olivier y a los temas que se tratan en la exposición.
He pasado horas y horas con Alfonso Cornejo e Ilse Briones del equipo de Rafael Ortega editando. La cena está tal cual, sin cortes y al sonido no se le editó nada. Rafa sugirió que lo dejáramos en split screen, dividiendo la imagen a la mitad. Esto nos está permitiendo meter imágenes de sus dos cámaras, así como de lo que estaba grabando Víctor en su papel de “el espía” y fragmentos de Un banquete en Tetlapayac. Por otro lado, en los espacios negros arriba y abajo integramos texto tanto para incluir los datos de quien estaba hablando, como comentarios sobre el archivo. Yo no sé si algún visitante a la exposición vaya a tener tiempo de sentarse y ver todos los materiales, pero de cualquier forma la mayoría estarán en internet y quedan como parte del archivo mismo.
Ahora sí, el próximo miércoles es la rueda de prensa y el sábado inauguramos.
También he estado ocupada en la edición de Una cena más, el performance/cena/conferencia que grabamos con las personas cercanas a Olivier y a los temas que se tratan en la exposición.
He pasado horas y horas con Alfonso Cornejo e Ilse Briones del equipo de Rafael Ortega editando. La cena está tal cual, sin cortes y al sonido no se le editó nada. Rafa sugirió que lo dejáramos en split screen, dividiendo la imagen a la mitad. Esto nos está permitiendo meter imágenes de sus dos cámaras, así como de lo que estaba grabando Víctor en su papel de “el espía” y fragmentos de Un banquete en Tetlapayac. Por otro lado, en los espacios negros arriba y abajo integramos texto tanto para incluir los datos de quien estaba hablando, como comentarios sobre el archivo. Yo no sé si algún visitante a la exposición vaya a tener tiempo de sentarse y ver todos los materiales, pero de cualquier forma la mayoría estarán en internet y quedan como parte del archivo mismo.
Ahora sí, el próximo miércoles es la rueda de prensa y el sábado inauguramos.
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