12 de octubre de 2011
Hace un año y diez meses visité por primera vez el archivo de Olivier Debroise y hoy está por terminar esta exposición/proyecto de reactivación/intervención: el próximo lunes la desmontan.
Lo curioso es que no me cayó el veinte de que se acercaba el fin ayer que recibí el mail de Pilar avisándome del desmontaje de la expo, sino hace unos días cuando estaba reacomodando el escritorio en mi compu y pasé la carpeta Archivo Olivier 2011 (que estaba solita y en medio de la pantalla) a la carpeta Proyecto Archivos, que incluye el material de los otros cuatro archivos con los que estoy trabajando. Cambió de lugar. Entró al archivo.
Uno de los aspectos que me ha entusiasmado del proyecto son los dispositivos y eventos paralelos a la exposición. Yo casi diría que la exposición es un mero pretexto para la(s) acción(es), en el sentido de Arendt de echar a andar un proceso, pero también en términos del tipo de piezas (performances, intervenciones, acciones o como quiera llamárseles) que ha venido realizando Pinto mi Raya desde siempre. Creo que si bien no fue una exposición taquillera en términos de cantidad de público presencial, a través del blog, al día de hoy ha tenido 5,500 visitas y tiene un público de calidad que no sólo ha sido espectador sino ha ayudado a construirla. También se ha incrementado el archivo: Rafael Ortega donó una caja entera con documentos de Un banquete en Tetlapayac, Sarah Minter todo el material que grabó para el “detrás de cámaras” y Laura Cohen contactos e impresiones de las fotos que tomó durante el rodaje. Por su parte, Pinto mi Raya realizó y donó el peinado de textos por y sobre Olivier que están en nuestro archivo y a la par Arkheia reunió sus propios materiales hemerográficos por y sobre Olivier, lo que ya implica una reelaboración del material original del archivo. Desafortunadamente creo que todo esto pasa medio desapercibido.
Quizá el dispositivo que más me sorprendió fue la serie de conferencias a través de Twitter, con su divertido nombre: Actwitteando el archivo Olivier Debroise. Cuando Rafael Sámano y su equipo (Andrea Bravo, Ximena Calvo y Gracia Ulloa) me sugirieron que usáramos este medio no entendía cómo, pero me encantó la idea porque me comentaron que el museo tiene un buen número de seguidores jóvenes por twitter. Además, fue un placer trabajar con ellos en la organización de mesas reales y virtuales así como el blog por su nivel de compromiso y eficiencia.
Yo me eché un primer vuelo de prueba para tratar de agarrarle la onda. Se invitó al público a dialogar sobre la exposición. La conversación virtual duró una hora y se me pasó volando porque entraban preguntas y había que responder en 140 caracteres (cosa bastante difícil) y era complicado seguir las conversaciones simultáneas. No le había entrado de lleno a twitter y no entendía su funcionamiento, no sólo en lo mecánico, sino en lo social. Ya para las siguientes conferencias en las que me acerqué como público, fui pensando desde antes mis preguntas para sintetizarlas. Creo que voy captando que, en efecto, a diferencia de Facebook en donde lo que se crea una red, aquí de lo que se trata es de crear un murmullo. No es como el arte correo, sino como arte sonoro.
Para las demás sesiones invitamos a diversos expertos a comentar los textos escritos por Olivier que se subieron al blog. Karen Cordero twitteó sobre El misterioso caso de Abraham Ángel, Rosa Casanova sobre Tina Modotti fotógrafa. Una evaluación y Tina Modotti. Una vida frágil, Esther Acevedo sobre Lola Álvarez Bravo. De las humildes cosas y Benjamín Mayer sobre tres textos: Una incomunicable felicidad: los dibujos eróticos de Sergei Eisenstein, De la vida secreta de una vida incómoda y La versión definitiva que jamás veremos. Creamos un murmullito en twitter y después todo se archivó en el blog.
También tuvimos otras pláticas, o conversatorios, como les dicen hoy en día. La primera fue Intimando con el archivo Olivier Debroise.
A esta mesa invitamos a las personas que han trabajado más de cerca el archivo de Olivier, que está dividido entre tres partes: los documentos en Arkheia, los libros en el Instituto de Investigaciones Estéticas y las fotografías en el MUNAL. Dos de las personas que se han adentrado más al archivo son Eloísa Hernández que está encargada del fondo Debroise en Arkheia y fungió como curadora adjunta en la exposición (sin quien hubiera sido absolutamente imposible este proyecto no sólo porque conoce a fondo el archivo y tiene el don de ser metódica y ordenada, lo que permitió que el trabajo curatorial fuera fluido, sino porque aportó ideas importantes a la exposición) y Abigail Pasillas quien obtuvo la maestría en historia del arte con la tesis El historiador y su archivo. Reflexiones en torno a la no-colección fotográfica de Olivier Debroise donada al MUNAL. También participé yo como curadora de la expo y Pilar moderó. Fue una mesa interesante en términos de compartir con el público lo que incluye el archivo, pero también de lo que significa enfrentarse a trabajar un archivo, tanto en lo teórico como lo práctico y en lo afectivo. Los archivos no son un montón de papeles aburridos sino el lugar donde las pasiones quedan registradas.
La segunda mesa la había pensado desde hace mucho. A lo largo de los años he visto crecer a varios de los archivos de arte contemporáneo y me conozco todos los chismes, que en algunos casos son verdaderas historias de horror. Un común denominador es que las personas encargadas de los archivos rara vez conocen a sus colegas. Me parecía importante que se reunieran porque muchos de sus problemas son resultado de políticas institucionales y no se van a solucionar de manera individual. El objetivo de la mesa era organizar una reunión informal para que se conocieran y compartieran experiencias e ideas. Creo que entre los participantes que yo sugerí y los que propuso el equipo del MUAC logramos una mesa muy interesante. Invitamos a Marisol Escobar (ExTeresa), Paola Gallardo (Laboratorio de Arte Alameda), Ruth Estévez (que fue curadora en el Carrillo Gil y propuso un interesante proyecto de archivo), Angélica García (Archivo Juan José Gurrola), Ana María García (Archivo Marcos Kurtycz), Edna Torres (Archivo Pola Weiss), Pilar García (Arkheia), Sol Henaro (quien ha curado varias expos de archivos) y yo como moderadora (Pinto mi Raya). Curiosamente, todas éramos mujeres.
Sol ya no pudo llegar, pero envió un texto que se subió al blog. La chorcha estuvo muy sabrosa porque hubo un muy buen equilibrio entre archivos privados y públicos, así como en el planteamiento de problemas y soluciones. El archivo es un campo de pasión y creatividad.
Una cosa que me queda claro es que existen problemas como la falta candados legales para proteger los archivos dentro del INBA que no se van a resolver sin presión de la comunidad cultural. Como los archivos no se consideran patrimonio, cosa que afortunadamente ya está sucediendo en Arkheia, no hay ni los presupuestos ni los mecanismos para proteger estos materiales que a veces son documentos o documentación, pero en el caso de Ex Teresa y el Laboratorio de Arte Alameda, son su acervo. Los archivos privados también tienen sus broncas específicas, como el hecho de que quienes los integramos no somos especialistas en archivonomía y muchas veces aprendemos a tumbos en la práctica, generalmente sosteniendo los archivos con nuestros propios recursos materiales y económicos, aunque algunos han recibido apoyo del FONCA. En cualquier caso, creo que un primer paso para ir resolviendo estas situaciones es estar en contacto. Por lo pronto me comprometí a abrir un grupo en FB sobre archivos de arte contemporáneo. En el blog se subieron unos breves textos que les pedimos a todas para presentar su archivo y espero que también se suba la grabación de ésta y las otras mesas.
La última mesa fue Escribiendo sobre Olivier Debroise. Los participantes fueron parte del público de primer nivel, por así llamar a los que no sólo se quedan como espectadores, sino dialogan con el proyecto. El público empezó a tomar la batuta. En este caso los ganadores del concurso de ensayo Olivier Debroise y su archivo, que a fin de cuentas son los que están reactivando el archivo. Convocamos en las categorías de profesionales y aficionados/estudiantes para que todo el público pudiera participar. Los ganadores en la categoría de profesionales fueron Jorge Alberto Arreola Barraza, Sergio Téllez-Pon, Alejandro García Neria (en primero, segundo y tercer lugar respectivamente), con una mención honorífica para Mireille Torres Vega. En la categoría de estudiantes y aficionados los ganadores fueron Jazael Olguín Zapata, Carlos Misael Ceballos Quintero y Norma Jiménez Fernández, con una mención para Mariana Arriaga Armendáriz.
Algo que me llamó la atención fue la variedad de temas que abordaron estos textos: Olivier como crítico, como narrador, su estilo literario, su archivo, el archivo en general, textos más literarios inspirados en Olivier, etc. El archivo como generador.
Un dispositivo que me gusta mucho es el taller Identidades archivadas, que llevan a cabo Muna Cann y su equipo de Enlaces (los chavos que guían y asesoran al público en las exposiciones y que son fundamentales en este tipo de exposición) en el Ágora. En el taller invitan a los niños a visitar la exposición, especialmente los documentos personales de Olivier, para luego hacer sus propias hojas de vida actual o a futuro, real o ficticia. Este material se colocó en una carpeta y ha sido parte de la exposición. También hay una computadora para que los adultos llenen su hoja de vida (pasado, presente y futuro) en la exposición misma, pero no ha funcionado tan bien ya que el diseño original no se pudo integrar por problemas técnicos y lo que quedó era francamente poco apetecible. Ambos se plantearon como un espacio para pensar en los archivos que todos tenemos y en cómo nos definen los documentos, pero también era un coqueteo con el mundo de vidas virtuales ficticias con el que jugamos en la actualidad.
Para mí lo verdaderamente interesante de la exposición, lo que permite que no nos quedemos en exhibir y estetizar documentos, son estas reuniones virtuales y presenciales que activan los contenidos del archivo. Para mí, ésta es la acción.
El último dispositivo va a ser el sábado 15 de octubre de 2011. Se llama Banquete de ideas. Es una invitación al público que vio la exposición y quiere platicar sobre ella a participar en esta mesa. No tengo idea quién llegará. El público tiene la palabra.
1 comentario:
Felicidades Mónica, por encabezar esta iniciativa, de la que tanto aprendí y conocí, tanto del tema archivo, como del propio Olivier, de Pinto mi Raya y de todas las personas que participaron. ¿Qué sigue después de que el proceso se vuelve archivo? un abrazo
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